Entrevista a Joaquín Sabina en El Comercio de Perú
«Le debo una canción a Lima… a mí me gustaba la «Lima la horrible» de Salazar Bondy antes de conocer a mi novia. No sé por qué, en ese momento el caos limeño parecía tener cierto parentesco con el caos de mi alma. Por eso Lima me enganchó. Voy a Lima una o dos veces al año, y soy yo el que quiere ir, no porque lo diga mi novia limeña. Tal vez le debo una canción a Lima, pero no será «Lima la horrible». Será Lima el abrigo, Lima la cómplice. Los limeños se parecen mucho a los madrileños, ¿sabes? Ambos son muy hospitalarios. En la mayoría de las ciudades del mundo, para que un amigo te invite a su casa tienes que conocerlo meses. En Lima, a los diez minutos, te llevan a su casa. En Madrid pasa igual»
Joaquín Sabina
Pasaste la última Navidad en Lima. ¿Cómo logras pasar desapercibido?
Te diré que los limeños no son nada cholulos como lo son los argentinos o los mexicanos. Yo en Lima voy por cualquier lugar con toda tranquilidad. Si alguien se me acerca para decirme algo, lo hace de un modo muy civilizado, muy amable. Nunca he notado el más mínimo acoso. Es verdad que, después de un concierto, no se me ocurre ir al bar La Noche. ¡Voy otros días!. Es la gente que te demuestra que cuentan contigo, que te escuchan, de un modo muy tranquilito. El carácter limeño es suave.
¿Hay canciones peruanas que te golpeen, que quisieras tener en tu repertorio?
Recuerdo un día, luego de dos conciertos en Lima, que estábamos en el bar La Noche y la gente quería que cantara. ¡Y solo nos pusimos a cantar valsecitos peruanos! El auditorio estaba muy enfadado. A mí, desde luego, Chabuca Granda y Felipe Pinglo me gustan muchísimo. Toda esa cosa de peña criolla me atrae mucho.
Una de tus visitas obligatorias en Lima es la librería de viejo de El Virrey. ¿Además de Vallejo, tu famosa obsesión, a qué poetas peruanos lees?
Mira que hoy he estado leyendo a Eielson. El otro día me lo había prestado la Xime. El último tesoro que me traje de El Virrey es un libro firmado de Martín Adán. Pero, desde luego, Vallejo los borra a todos: es una pasión muy importante en mi vida, de muchos años antes de viajar a Lima.
Has dicho que «Vargas Llosa defiende cosas con las que estoy en absoluto desacuerdo pero lo respeto porque las defiende valiente y gallardamente». ¿Ahora que Mario Vargas Llosa propone legalizar las drogas, te identificas más con él?
Es verdad que dije eso, pero ahora nos hemos hecho amigos. Hemos cenado en Lima y ahora lo hemos hecho en Madrid. Me pilla mucho más cerca. Desde luego, lo de las drogas, no es solo que esté de acuerdo con Mario, sino que es clamar al cielo. Cuando uno habla con políticos más o menos responsables, en privado te dirán que no hay más remedio que legalizarlas. Lo que pasa es que por motivos electorales no se atreven a decirlo en público.
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